[PERLAK] Lehen elkarrizketak: Txirritari (1936)
Txirritari –
Hurrengo agertokia kuriosoa da benetan: aldizkari madrildar batek, Estampak, 200.000 aleko tiradarekin garai hartan Espainiako kultur aldizkari salduena, Txirritari egindako elkarrizketa luzea eskaintzen digu urtebete eskasera.
Badu honek ere bere azalpena, ordea: Kultur aldizkariek garai hartan argazkiz ongi hornitutako irakurketa arina hartu zuten ikur, eta arreta berezia jarri zioten bitxikeriari buruzko kazetaritzari; honela, pertsonaia ezezagun bitxien biografien ildoan kokatuko litzateke hernaniarrari eginiko elkarrizketa.
Campeones Vascos izena duen sail baten baitan argitaratzen da Txirritarena, eta saila irekitzen duen testuan, Jose Aranburu Keixeta aizkolariari eginiko elkarrizketa (El rey de los ‘aizcolaris’ tiene cincuenta y cuatro años, 1936/III/21), honela aurkezten da ekimen honen atzean dagoen ideia: “Vasconia es la tierra de los campeones de todas clases, populares y pintorescos. Hay el que corre más kilómetros en el anillo de una plaza de toros, el que corta más troncos, el que siega más de prisa, el que levanta una piedra más gruesa, el que se come una merluza en menos tiempo: corricolaris, aizcolaris, segalaris, tripa-aundis (…) Vamos a presentar a nuestros lectores unos cuantos campeones populares de Vasconia. Los más famosos en cada especialidad. Verán cómo además de ser esforzados tienen una gracia un poco primitiva pero muy simpática”.
Bestalde, aipatu beharra dago, ez zela aldizkari honek bertsolaritzari erreparatzen zion lehen aldia. 1931ko abenduaren 12an, esaterako, Las festivas improvisaciones de los ‘bersolaris’, izenburuarekin argitaratua zuen erreportaje luze samar bat, eta bertan bertsolaririk onena Txirrita zela esaten zen.
Elkarrizketaren sinadurak gordetzen duen istorioa ez da badaezpadakoa. Jose R. Ramos irakur daiteke testuan eta honek Jose Rodriguez Ramos kazetaria behar du, gerra osteko lehen sariketa garrantzitsuaren kronika Juan de Hernani ezizenarekin sinatzen duena (kazetariaren biografiak ematen du lotura egiteko modua, eta bi testuetan ikus daitekeen estiloak ere bai). Eta Juan de Hernani ezizenarekin sinatu zuen baita Gernikaren txikizioaren inguruan bando frankistaren gezurra zabaldu zuen lehen testua ere (¡Que lo sepa el mundo! Barbarie marxista en Guernica, Juan de Hernani, Fotos 1937ko maiatzak 8)[1].
Txirritari elkarrizketa egin ziona faxista bat izan zen, bada, eta ez edozein faxista.
Kazetariaren ideologia gorabehera, aitortu beharra dago idazkera aldetik ona dela testua, Baserriri eginiko elkarrizketa baino hobea, eta pertsonaiaren nahiz bertsolaritzaren ezagutza ona erakusten duela Ramosek[2].
Azkenik, interesgarria izan daiteke euskaraz egindako lehen elkarrizketatik erdaraz egindako bigarren honetara dauden ezberdintasun batzuk seinalatzea: euskarazkoak bertsolariaren estatus jasoago bat ospatzen eta aldarrikatzen duen bitartean, gaztelerazkoak ertzekoaren exotismoa bilatzen du; euskarazkoa elkarrengandik gertu dauden bi berdinen arteko hizketaldia den bitartean, gaztelerazkoan ‘bestetasuna’ dario bertsolariari.
Txirritaren elkarrizketak hiru orrialde hartzen ditu, sinaturik ez dauden lau argazki berrirekin, eta argazki oinek jarraituko den tonuaren berri ematen dute: ‘Academia de versolaris [sagardotegia]’; ‘Chirrita’ celebra sesión con otros dos compañeros [sagardotegia berriro]’; ‘Cuando la sidra es buena, surge espontáneamente el versolari [botilaz inguraturik]’; ‘Harto de corretear por su mundo, ‘Chirrita’ ahora desgrana mazorcas y les canta coplas a sus sobrinos [familiaz inguraturik]’.
Un poeta de 150 kilos, Jose R. Ramos, Estampa, 1936ko apirilaren 4an.
El versolari más famoso de Guipúzcoa es hoy Chirrita, el del caserio de Gastelu-enea. Tiene setenta y cinco años y ciento cincuenta kilos de humanidad. Para poeta romántico le sobrarían arrobas: pero no le dañan las que tiene para ser vate aldeano, despreocupado y zumbón, parroquiano de sidrería. En cualquiera de las de Guipúzcoa – ¡quién las cuenta!- darán razón de Chirrita por este nombre. Por el suyo de bautizo casi no le conocen ni en su casa. Ese, en caso de que Chirrita la tuviera. No la tuvo nunca. A los quince años le ahogaba ya la de su padre. y huía a menudo de ella para ir a tomar lección de los maestros cantores, que la dan junto a un tonel. Sus academias las tuvo siempre al lado de las kupelas de sagardúa, y dio sus mejores conferencias rimadas a la puerta de una taberna cualquier día de mercado en Hernani o Andoain.
Entre sus años y sus kilos, ya no le dejan andar. Cuando le reta un versolari joven algún día de feria, le llevan en un carro tirado por dos novillas. Va la carreta cantando por caminos de aldea, y Chirrita encima, henchido de ricos jugos, como un dios mayor del Olimpo vasco, vencedor del ácido úrico.
Las estrellas se fueron y salían las gallinas
– ¿Cuáles son los poetas que más le gustan a usted, Chirrita?- le he preguntado el otro día, después de haber sido coronado triunfador en el certamen de versolaris de San Sebastián.
– ¿Poetas dises[3]? ¿Y qué es, pues, las poetas o eso?
Le explico que poetas son unos versolaris famosos, que escriben libros de versos, y Chirrita se sonríe:
– Buenos versolaris no me parese a mí que serán esos, creo – me dice en su jerga, que yo no acertaría a reflejar bien-. Los versos se hacen cantando. Ni en la papelera de Rentería hay papel bastante para escribir todos los berso-berriak que yo he cantado en mi vida… Una tarde de romería, en Andoain, nos encontramos Pello Errota y yo a la puerta de la taberna. El público empezó a ziricarnos, porque sabía que éramos rivales. Pello era un versolari de los buenos que ha habido. No hacía falta que el público nos pinchara. En cuanto Pello y yo nos veíamos frente a frente, ya estaba armada la pelea. Empecé yo, diciéndole no se qué de una blusa que había estrenado. En seguida me contestó el meténdose con mi tripa. Yo no me callé; pero él tampoco era mudo. Sus amigos le aplaudian a él y a mi, los mios. En la taberna nos prepararon la cena. Mientras comiamos seguiamos cantando y poniéndonos como un trapo sucio. Sidra tampoco faltaba: para que la garganta funcionara bien, siempre nos tenian el vaso lleno. Y así estuvimos toda la noche, sin rendirnos ninguno de los dos. El tabernero cerró, y cuando ya amanecia, nos fuimos quedando solos, poco a poco, en la plaza… A ver ahora –termina Chirrita- si poetas esas que tu dises metían tantos versos de dexvergüensas, ni en libro ese grande grande, de misal de lo latines de desir misa.
– Y, en fin de cuentas- le pregunto- ¿quién de los dos quedo victorioso?
Victorioso, victorioso… Los dos quedamos bien. Pello me dijo en la última chanda que bien estaba que cantáramos para divertir a los amigos cuando había sidra abundante, pero que ya hasta las estrellas se habían marchado a dormir. Yo le contesté que también a mi me molestaba tener la garganta seca. ‘Pero no pienses que es miedo – le dije -, porque dispuesto estoy a seguir. Si las estrellas se han marchado, ya andan por la calle las gallinas.
No hace falta saber escribir para hacer versos
Chirrita, Pello Errota, Zepai, Udarregi, Lezoti… son nombres de poetas populares vascos geniales y analfabetos las más de las veces. Versolaris. No hace falta saber escribir para hacer versos. Los suyos no están recogidos en antológias, ni escritos en ninguna parte, pero el público los repite de memoria. Cada uno de sus oyentes es como una página del libro que no han escrito. Entre todos, el libro entero. Hasta con notas marginales[4] (…)
Más desprendido que Esaú
También Chirrita vendio su progenitura, como Esaú; pero con más elegancia.
En las costumbres vascas, que tienen fuerza de ley, cuando el mayorazgo sec asa, queda constituido en jefe de familia del caserio paterno, con determinadas obligaciones para con sus padres y hermanos menores. En el caserio de Chirrita, el mayorazgo era él, pero no le daba importancia. Desaparecía temporadas enteras, que se pasaba por los pueblos navarros y vascofranceses, de donde le llamaban a cantar en fiestas y romerías.
En una de esas ausencias se casó el hermano menor, y se instaló con su mujer en el caserio de los padres. Cuando Chirrita volvió, el intruso salió a la puerta. Como vió Chirrita que se disponía a decirle algo en tono mayor, le cortó el énfasis con una coplilla (…) ‘(…) No vengo a pedirte cuentas. Yo soy un vagabundo sin raices; tu trabaja y ten muchos hijos. Sólo te pido que, cuando venga cansado me dejes tenderme en un rincon’.
– Y usted, Chirrita –le pregunto- ¿cómo no se ha casado? ¿No ha tenido nunca novia?
– La tuve una vez y me duró una hora (…) Toda esta importancia da a las cosas serias de la vida este cigarrón imprevisor, que se pasó su verano cantando alegremente. Menos mal que es hermano de una hormiga trabajadora, la echeko–andre del caserío Gastelu-enea. Y en su agujero ha encontrado definitivamente abrigo seguro para el invierno.[5]
[1] Fontesen (2014: 108-109) eta Ortizen (2010: 352-354) arabera Gernikaren bonbardaketaren inguruan frankistek zabaldu nahi izan zuten gezurraren eraikuntzan funtsezkoa izan zen Rodríguez Ramosen erreportajea. Bando frankistak argitaraturiko lehenengotako testua izan zelako batetik eta bestetik argazkiak zekartzalako. Ik. FONTES, I. (2014): ‘1937: el crimen fue en Guernica/Análisis de una mentira’. Madril: Akal. Eta Ik. ORTIZ, J. (2010): «Esto no es Guernica…». Fotografías en prensa de la destrucción de Guernica durante la guerra civil española. Estudios sobre el Mensaje Periodístico, 16. zbkia., 349-368 or.
[2] Zortzi urte lehenago gaiari buruzko testu bat argitaratu zuen Estampan bertan. Sagardotegian ‘Erricoechea’ eta ‘Juan Ignacio’ bertsolariek buruturiko bertso saioa kontatzen zuen, bertsoak jasoz. Ik. Estampa, 1928/X/30, 22 or, Manzanas, sidra y ‘bertsolaris’ en los caserios vascos, R. Ramos, José.
[3] Badirudi erdaraz egina behar duela elkarrizketak. Hori bai, argi uzten du kazetariak bertsolariaren erdara maila eskasa: jerga berezi batean ari dela azpimarratzen du eta testu guztia ‘dises’, ‘parese’, ‘ziricarnos’ eta gisakoekin zipriztintzen du.
[4] Txirritaren pasadizo bat dator jarraian, gerora hain ugaria izango den Txirritaren pasadizoen alorra estreinatuz: Parrandan mozkorturik dantzan ari zela txorkatila bihurritu eta etxera bueltan egiten zuen errenagatik galdetu ziotenean botatako bertsoak jasotzen ditu: “Albaiteruen salan/ Demoniuen artan/ Demoniosko estraposo bat/ egin nuen bertan/ Demoniuak emen/ Demoniuak an/ Demoniuak beti/ gorputzaren bueltan/ Demoniuak sasoi seukaten/ demoniuetan”. Gaztelerarako itzulpena egiten du, esateko euskaraz bertsolariak egindakoak askoz ere grazia gehiago duela, eta kontrastean berriro ere bertsolarien analfabetismoa azpimarratzeko: “Se pondría luego a escribir una carta a la familia y no sabría empezar”
Edo ‘¿Te gusta el besugo?’ dakar hurrengo tartekiak eta gai horrekin txapelketan botatakoak dakartza gogora. Euskarari edo gerrari buruz abestu zirenak, ordea, Aitzol eta enparauek sustaturiko gai jasoagoak, ez ditu aitatu ere egiten. Bertsolaritzaren alderdirik subalternoena azpimarratzen da beste behin
[5] Bukaeran ageri den oinoharra ere bada esanguratsua: Esta serie de informaciones termina en el número próximo, con la que lleva por título: “El hombre que se comió 236 croquetas y después cenó…Txirritari Txirritari Txirritari Txirritari Txirritari Txirritari Txirritari Txirritari Txirritari Txirritari Txirritari Txirritari Txirritari Txirritari Txirritari Txirritari Txirritari Txirritari Txirritari Txirritari Txirritari Txirritari Txirritari Txirritari Txirritari Txirritari Txirritari Txirritari Txirritari Txirritari Txirritari Txirritari Txirritari Txirritari Txirritari Txirritari Txirritari Txirritari Txirritari Txirritari Txirritari Txirritari Txirritari Txirritari Txirritari Txirritari Txirritari